
Ser creyente en Cristo es algo exigente:
- En cuanto experiencia personal, la fe necesita ser cultivada mediante el trato con Dios en la oración.
- En cuanto experiencia compartida, la fe precisa ser celebrada con aquellos que vienen de la misma fe, tanto en la parroquia o en otros grupos y movimientos eclesiales.
- En cuanto experiencia recibida, la fe pide ser transmitida, a los de cerca, a los de lejos y a la siguiente generación. ¡Cuánto nos queda por hacer, por ejemplo, con los niños y jóvenes!.
- En cuanto confesión de fe en Cristo, la fe necesita ser explicada, razonada. Es imprescindible la formación religiosa.
- En cuanto motor del amor mutuo, la fe necesita ser practicada, especialmente en los más necesitados, los que sufren y los pobres.
Apreciados hermanos en Cristo Jesús, VIVAMOS la Semana Santa y que el Espíritu Santo nos impulse a realizar los compromisos que nos pide el Señor Resucitado.
RESURREXIT SICUT DIXIT, ALLELUIA!